Amigo:
Como las nubes acompañando al cielo
aun cuando éste se torna gris
desaguando tus lamentos
te acompañaré.
Como los olores acarreados con el viento
aun cuando este reposa inmutable
o arrasa desenfrenado
te acompañaré.
Como las sombra anclada a la materia sólida
aun siendo la materia objeto insensible
carne enardecida o bestia despiadada
te acompañaré.
Como la fuerza vital desprendiéndose del universo
esa que da empuje a las horas venideras
y nos marca la vida en su tránsito ligero
te acompañaré.
Como la ola que refresca
como el hombro que consiente
como el yerro que es ejemplo
como el paso que es certeza.
Como el consejo que prevé
como la verdad que nunca muere
como la esperanza que sonríe
y la hermandad que es para siempre
así, te acompañaré.
Por: David Caceres
Managua, Nicaragua.