Jorge Rivas

En una tarde de abril

En un parque sentado admirando el paisaje

Vi pasar a una dama vestia de blanco y encajes

Me quede tan deslumbrado por su atonica belleza

Hasta las aves sonaron perfectas tonadas por esta tu llegada

 

Senti como que el mundo se detenia por un Segundo

Mujer sin nombre de bello andar

Idolatrando el viene y va de tu cintura

Y ese brillo precioso de tu mirar

 

Esa tarde de abril te vi pasar y aqui en mi mente plasmada estas

Donde te fuistes mujer divina

Misteriosa susodicha aquella dama

Creo que era un angel y te quiero ayar

 

Todas las tardes espero en el mismo parquer

En la misma silla a ver si te veo pasar

Mujer divina de vestido blanco

De gran belleza y su viene van al caminar