Esclavo soy, amor, de tus querencias
Y por quererte tanto
Recibo sanidad en mis dolencias
y consuelo a mi llanto
Cuando el fuego del desierto me calcina
Con su maligna saña
Tu querencia a distancia lo fulmina
En amorosa hazaña.
Feliz me siento, amor, como el esclavo.
De tu capricho tierno
Y a mi destino con dulzura alabo
en el gélido invierno