Mientras el entorno se accidentó,
Drenó previsora un agua fecunda,
Discreta, en una caverna profunda.
Fugaz, en apariencia se ausentó.
Mientras más lluvia que nieve alentó,
Sonó el agua cantarina y rotunda,
Rústica, en su aire que todo lo inunda.
Brava e impaciente, se soliviantó.
Y el manantial escapó de la funda,
Que la fuerza del caudal reventó.
Su fiera potencia vital redunda
En fuerza que a muchos alimentó,
Hasta con jerga anímica jocunda,
En el mítico río Bullentó.