Cada vez que retorno hasta mi pueblo
tras largos día de pesada ausencia,
encuentro siempre deserciones nuevas
hacia el tranquilo país de las conciencias...
Se van todos los viejos poco a poco
en procesión larga , segura e infinita ;
cansados de luchar ya cierran los ojos tristes
y cruzan los brazos marchando sin prisa...
Marchan por el camino sin recodos
en inmenso tropel que se me asemeja
al ir de los penados agobiados codo a codo
por el camino verde de prados silvestres...
Cual penados son los que se mueren
que parten a cumplir con su destino
en una larga fila que avanza y crece
y nos llena de sombras grises el camino...
Evoco entonces los rostros tostados ,
las manos fuertes y la voz cascada,
el andar vacilante y agobiado
y la hirsuta melena del patriarca...
Y ronda mucho tiempo por mis noches
el mirar triste de sus ojos buenos ,
el cantar de sus dulces miradas nobles
mansas como los ojos de los Ángeles...
Ya nadie llora y aceptan su destino ;
ha llegado la hora de descansar y soñar ,
anhelando ese descanso que lo lleve
a las estrellas llenas de la paz merecida...
Del poeta de cartón ...un mayo del 2012...