Déjame ser pecador por la tentación que me inspira tu boca, déjame ser iluso por esa pasión que segrega tu sonrisa, permíteme ser pionero en los mordiscos a tus hombros, y absorber la fragancia de tu espalda y en mis desenfrenadas confesiones expresarte mi atracción fortuita por ti, déjame hacer ruido en el silencio de tu cuerpo y caminar por los caminos exclusivos de tu fabrica de gemidos, déjame ser mujer suntuosa, y desencadenar esta locura de pasión y timidez que desea recorrer todo lo que signifique a ti, arropar tu cuerpo con la frescura de mi piel, murmurar a tus oídos el cosquilleo de mi vientre y sin importar la atadura de lo que pase, solo quiero pedir al ritmo de mis frases, déjame ser en ti.