HERMINSON YULE RIASCOS

REALIDAD

Una y otra vez, la torcaza

ramitas recoge para su nido,

así va fabricando su casa

sin ayuda de marido.

 

De aquí para allá se desplaza

hasta el millal surtido

y de alimento nada escasa

torna con su maternal sentido.

 

!Sus polluelos nacieron!

les ví asomar la cabeza

por entre su cola.

 

Ya las plumas les crecieron,

como toda madre se llena de tristeza

cuando vuelan y queda sola.