1- URDIMBRE NOCTURNA
La noche se duerma
exhausta,
el día amanece
con brío lento.
La madrugada precipitó
lluvia en silencio,
como agua diáfana
y ruidosa golpeando
sobre el techo,
con gotas azuladas
movidas por ráfagas.
Las esferas del tiempo
se perdieron al piélago
de la tierra,
armando arneses
que sostuvieran
los cristales del cuarto,
antes que el viento
gimiera entre los árboles.
Las casas armaron
sus portales reforzados y
los gatos de la oscuridad
quebraban huesos,
de pájaros adormecidos.
De su trino mínimo
quedó el eco en el ladrillo,
al estreno de la mañana.
en una cama
del barrio humedecido.
Estiro mi brazo
hacia un costado,
al envés de lo entumecido.
Antes que la palabra
despertara en tu boca,
se cruzó con mi boca.
Cuatro labios de infarto
anudados en silencio,
La sed se acrecentaba
de frotar los espasmos,
En un latido paralizado
se deshizo del tiempo
y su hora de olvido,
así dormidos entrelazados
con los dedos hasta
los huesos encastrados
un mimbre urdido
con los hilos de mi pecho,
y en las manos, un laurel enraizado.
2- LABIOS DE ARTESA
¡ Morena ¡
Tez de oscuro cobre.
Te vi desde el blanco
lucir tus ojos azabache y
escondido ya era a tus brazos
cuando la tempestad
inició en tus hebras
de cabellera al viento
un rito de rojo fuego
acumulando el color del vino y
la tierra quiso que durmiera
bajo el cielo color de hembra.
Era yo,
el que aguardaba tu claro meridiano-
Raya de luz, burbuja de espuma.
Bañé de lumen tu altura y
en tus senos reales
conocí la turquesa.
Me adosé a tu reina cintura de dones,
Piel emperatriz.
Rocío de leche ubre..
Comarca del madero,
combustible donde la rama
enciende la llama
y lava el madero sus vapores.
Universo de tea amapola,
hierba y legumbre nutriente
son tus caderas de antorcha.
entre los silencios confusos
germinando del blanco lodo,
enredadera de dedos y colmena,
asombran mis pieles y sus baldíos.
Tu pubis de peñón es mi devota iglesia
de palomas que asoman con sus grillos
de agua en un voluptuoso río
que sube en manantial de roca
hastalas fauces de tu voraz boca,
expulsas tus aromas donde
mi olfato inhala tus tulipanes.
No era otro que yo, algo cáustico..
que trepané tus sienes de país
e ideas pobladas.
condecoré mi tierra simiente
cuando choqué tu espiritual fortaleza,
donde el olvido guillotinó su cabeza.
Al filo de tu alma noble,
el oriente no pudo comparar su belleza-
Ni tu boca de un solo frente
ni tus espaldas que ignoraron
los ojos y rumores ajenos
con besos públicos
de cuarentena devorante
apagando mi fuego de harina
y molienda purificada
entre tus labios de artesa lubricada.