Te pienso en la ausencia de esa calle
que antes estuvo
y que ahora no está.
Que anda perdida por Lisboa
esperando piratas.
Que he arribado,
con las botas sucias
y el sable gastado.
¿Han llegado ellos ya?
Que tengo listo
el ron, los naipes y el acordeón.
Y mi vagina que te espera.
Zarpa el velero,
nuestra calle anda perdida.
Que en el próximo puerto
ambos atracan
y mi sexo los espera.
Siempre soy yo en todas ellas.