Donaciano Bueno

Yo denuncio/yo renuncio

Seres humanos que pomposamente os autoproclamais inteligentes

¿de qué tanto presumis, pobres humanos?

¿quienes han osado inocular del inconsciente en vuestras mentes

ese mantra de que el mundo es ese vientre

que a vosotros pertenece y que abarcais con vuestras manos?

 

Somos, decis, hermanos y mientras este sofisma proclamais

les negais el agua, el pan y la sal igual que a Cristo

¡malditos egoístas! pues dónde y cuando abrase visto

tanta maldad hacia aquellos que supuestamente amais,

a denunciarlo ahora aquí no me resisto.

 

Ese mundo cruel del que ahora yo quiero decir adiós,

repugnante y maloliente con hedor a pus de infectos granos,

nacionalistas, sectarios, cristianos, budistas, radicales o mahometanos,

¡decirme la razón por qué sin compasión matais invocando a dios

sin que se os encojan las conciencias y tiemblen vuestras manos!.

 

Hoy miro al cielo y no obtengo solución,

que me permita intuir que garantice transformar a estos gusanos

en personas humanas de noble condición. Aquí pido perdón

si con mi aseveración

he ofendido a los gusanos y, si fuera preciso, también a los humanos.

 

Aquí y ahora mismo yo denuncio

y a mi condición de ser humano, yo renuncio.

No deseo pertenecer a esa estirpe que a los niños mata antes de nacer,

que a gran parte de los supervivientes de inanición condenais a fenecer,

¡me niego a que mi foto nunca más aparezca en este anuncio!.