Hace dias que no escrivo, por pereza, por falta de tiempo, por no sentir nada dentro de mil. Algo que no es definido, quizá necesidad de descanso, en mi vida. No pensar en nada alejar de mi pensamiento todo lo que no entiendo. Algo fue.
Estuve sentada en el sofá hasta las seis de la mañana intentando, descubrir el porqué de algo que me hicieran. No lo he conseguido. No tengo capacidad de hacerlo. Quizá por eso estuvo el teclado del ordenador en descanso. Como tengo que hacer un esfuerzo enorme para no deshojar, dejé que la magua me pasara y hoy ya casi recompuesta volví.
Miro para el cielo, sobre la ciudad y está gris, nubes de humo, de los incendios que están quemando los montes. Una tristeza me aplasta, nos están quitando la salud, los pinos, son nuestro aire puro para respirar. Tanta preocupación por el tabaco, tanta prohibición y total no se cual la finalidad de leyes estúpidas, que quitan trabajo, hacen cerrar cafeterías, restaurantes para nada. Si estamos tragando este aire toxico de los incendios, que nadie puede prohibir, estamos viviendo una farsa. Mi tierra (Galicia) está ardiendo en varios puntos. En Verin también. Gente mala gente animalesca que mata el pulmón de la humanidad. Bomberos exhaustos, gente anónima escurriendo sudor ayudando, gente humilde intentando salvar sus casitas e ganado. Me quita del serio, yo si conociera a alguien que fuera culpable del fuego, le quemaría las plantillas de los pies, para que quedaran con la marca de la maldad que tienen en sus corazones, para siempre. Nunca más saldrían de la cárcel, nunca.
Arrestan a una pobre Señora porque intenta llevar una crema barata sin pagar de un súper. A una Madre desesperada por un kilo de arroz que intenta pasarlo sin pagar. La justicia casi no es necesaria, son como las paredes de los cementerios, los que están dentro no pueden salir y quien esta fuera no quiere entrar. Me da la impresión que se anda como cucarachas tontas, sin rumbo, intentando inventar nuevos padrones de justicia, que cada vez genera más injusticia. Hoy se calumnia sin más, sin castigo, se inventa distorsionan la verdad en nombre de un nada que al final solo, es el quiero, puedo y mando de algunos.
Mi vida en privado es buena, soy feliz, cerrada la puerta de la entrada, todo es paz cariño, comprensión y ayuda mutua.
La mentira no existe, rectitud, seriedad, respecto y momentos que no se pueden explicar en la frescura de un vivir sencillo, sería el cielo en este infierno en que vivimos en sociedad.
Ya me da vuelta al estómago, los coches de entidades gubernamentales empezando por los ayuntamientos y terminando en los grandes. Ya no oigo la oposición, porque son iguales, todos la misma cosa, todos mirando para sus ombligos, intentando parecer corderos por fuera y lobos por dentro.
Hasta la palabra Familia ya no significa nada. Honor tampoco, lealtad mucho menos e amistad ya no existe.
Una visita hice a alguien que enferma sin habla, piernas pendientes sin fuerzas en una silla de ruedas, a merced de otros, capacitada mentalmente, solo habla con los ojos y lo que he visto me aterrorizó. En un lar la han puesto, en su casa están los hijos, injusticia la falta de respecto por la dignidad de los indefensos que toda la vida la han regalado a sus familiares, no cuenta.
También fue una causa de mi paraje, algún tiempo he llevado a tragar, lo que al final de nuestras vidas nos espera. Injusticia. Dios también se ha equivocado, el final de la vida tenía que ser distinto. Nada puedo hacer, no está en mis manos cambiarlo. Sin darme cuenta he desahogado casi todo, falta mucho más, pero un poco ya está en mis hojas sin vida sin nada a no ser entre tantos desabores y tristezas un poco de mi sentir. Así un poco de vida ya tienen y del nada son un poco del todo de mi vivir.
Porto28 de Agosto de 2013
Carminha Nieves