Lástima que mis dos palabras
sombreadas de alma
no llenen tu boca en el
frío simulacro.
No pido lo que es inmortal,
sencillamente me reflejaría
en el eco de tu anhelo,
si las repites sin vacilar.
Al igual que el aire,
las dejaría llegar al cielo
al corazón, y al mar.
Y que importa la oscuridad
si tenemos sentimiento en los besos
y los pasos libres para brillar.
Lástima, pues hoy escondes
una carta justo en tu cabello
y detrás de tu espalda
aunque, con miedo
me detengo en el simple misterio
de tus hombros y tus verosímiles silencios..
Todos los derechos reservados,2009©BryanGómez