Miro atrás,
… y añoro tu presencia:
Tu voz, tus bromas,
Tu mirada y hasta tus pensamientos,
… Esa locura que es tu propia esencia.
Miro adelante,
… y te desdibujas:
Sólo una nebulosa,
Ni un rápido guiño
de arrullo silencioso entre las sombras.
Te miro,
… y sé que no te veo,
Sólo con reserva observo:
Tu cara impasible,
Tus manos lejanas,
Tus inexpresivos ojos,
El abrazo vacío
…Y el frío que siento.
Me miro,
… y no entiendo:
Atisbo retazos
De alguien lejano,
De incontenida alegría,
De ternura desbordante,
…Una gran desconocida.
Y encuentro…
El cansancio, la pena,
Palabras de duda,
La soledad y tristeza
de una gran mascarada de silencio.
MARTA DORESTE