Derribada frente al mar
Ah ,oscuridad me asecha.
Déjame sentir el viento
Jugar con mi rubio cabello,
La brisa salada da un poco de vida.
Recuerdo cuanto ame,
Descansar sobre tu regazo
Mientras el mar cantaba
Y entonando una tenue balada.
Yo miraba las estrellas
Testigos de nuestro deseo.
Pero poco duro todo esto,
Tu mirada nunca más estuvo
Ya no quise mirar mas las estrellas
Todo había llegado a su fin.
Ya no estaba más tu regazo,
Ni tus manos varoniles acariciaban mi cabeza,
Ya no me arrullaba el mar en las noches.
Ya no existes en mi vida
La luna me ha abandonado
Corta y efímera fue la vida
Ya no queda nada más.
Sara J. Reyes