Veo temblar en tus ojos
La palabra que rompe el pacto
De mil primaveras que te nombran...
La quietud de tus manos,
Tan necesitadas de caricias
Me arroja a un mundo
Desierto y sin ti,
Doy vuelta el reloj de arena…
Y noto que el silencio se hizo carne
en los bordes de tus labios,
Y me aturde un infinito de certezas...
Es que ya no hay tiempo amor…
Ya no hay tiempo,
Para estos desconocidos
Naufragando en mares
De promesas imposibles.
Julio Casati