Yo te quise, te esperé y en soledad, te extrañé,
Y si que te esperé, y hasta noches enteras por ti lloré,
Y lloré, aún así, siempre en soledad me quedé,
Sabía que esto así terminaría, pero aún así, yo esperé.
Esperé lo que sabía que nunca pasaría,
Esperé el momento que sabía jamás llegaría,
Esperé que pasará lo que nunca a mi me sucedería,
Esperé, el tiempo que otra vez por ti esperaría.
Quizá crean que estoy loco, que soy un idiota,
Que no sea tonto, y que busque a otra,
Que el amor está en todas partes, y que ese sobra,
Pero ella tuvo, lo que en otras uno no nota.
Que estabas conmigo, yo contigo soñé,
Algo que siempre, despierto añoré,
Feliz en el sueño estuve, pero triste desperté,
En un sueño te tuve, pero se que en vida jamás te tendré.
Al final, mi cuerpo se cansó de esperar,
Mi mente dejó de fantasear y comenzó a alucinar,
En el silencio del desierto, mi aliento ya no podía escuchar,
Traté de de observar, más ya nada podía mirar.
Mi cuerpo, yacía inerte en ese fúnebre lugar,
Era ahora un recuerdo de quien por ella decidió esperar,
El monumento de un hombre, que nos recuerda que no todos los sueños se pueden lograr,
El obelisco de tristeza, de un peleador que en vida no pudo triunfar.
Sólo quedó la sombra, el recuerdo y el fantasma de un guerrero,
Que peleó, luchó y libró una guerra en vano,
Otra víctima de un sentimiento traicionero,
Otra vida, vivida en vano.