Con tus botas cansadas de invierno,
Golpeando con tus pasos el suelo que me daba firmeza,
LLegaste cual figura magica,
Envolviendolo con tu abasalladora presencia
y yo permiti que entraras,
Que acallaras mis silencios y alimentaras mis penas
Que equivocada estaba,
Tan solo te convertias en uno mas de mis prblemas
un dolor profundo y fuerte que se transformaba en queja,
Y mi alma atormentada se estremecia dispuesta
A darte lo que tenia y hasta mas, si lo pidieras
Pero no fue necesario,
Tu saliste de mi vida al igual como llegaste
Retumbando con tus botas el mundo de fantasias en que vivia,
Me desperte de golpe y comprendi que ya no estabas y que jamas estarias
de nuevo en mi vida.
Que poco duro la fantasia!