\"Quedarán de pie en sólido contraste,/ por la batalla que contigo libré,/ la tristeza de creer que no me amaste,/ la ironía de saber que yo te amé\"
Ya no regreso a los lugares que frecuentaba,
¿para qué? Sé que ahí nada de ti he de hallar.
Esos mismos lugares donde el viento soplaba
y donde ahora ya no tiene fuerzas para soplar.
Antes acudía a ver si tal vez al remover cenizas
lograba de algún modo avivar de nuevo la llama,
pero no pueden haber palabras, gestos, sonrisas
cuando quien producía eso y amaba, ya no ama.
Son noches continuas, unas tras otras, seguidas,
pero sin lunas románticas a las cuales escribirles.
Sólo estrellas tristes que saben que me olvidas
y a ellas que todo lo ven, nadie puede mentirles.
En el suelo un espejo roto, obvio que lo rompí
por no gustarme nada de lo que de ti me decía,
siempre un hombre equilibrado en mi sentir fui
pero confieso que no lo era cuando lo rompía.
No me conformé con lanzarlo al piso nada más,
lo pisé y lo pisé hasta dividirlo en más pedazos,
para asegurarme de no volver a escuchar jamás
su voz hablando de mi necesidad de tus brazos.
Mi reacción fue tal vez -lo admito- muy exagerada,
pero soy humano y puedo a veces caer en excesos,
es que tenía que mantener cierta verdad silenciada,
la verdad que habla de mi necesidad de tus besos.
Triste cuando sentimos en nuestras manos un vacío,
parece que tenemos todo y de nada somos dueños,
al espejo lo rompí porque él sabía el secreto mío
que habla de la necesidad de tenerte en mis sueños.
Y no quiero un espejo parlante que todo me lo diga
si yo sé que por amarte todavía de ingenuo peco,
su reflejo me habla, es tu recuerdo que me castiga
y cuando no me dice nada, puedo escuchar su eco.
Es verdad, estoy acá escribiendo mis incoherencias,
sé que como un demente me lamento, me quejo...
hasta que un día acabe mi nostalgia por tus ausencias
y pueda prescindir del amor y regalarte mi espejo.
Poema original de Álvaro Márquez
Venezuela
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29/8/2013