¡despiértate!,
llámame y
todas las mañanas hechame agua y si es posible gritame para madrugar
tambien me hablas y me susurras en el ocaso y en el amanecer, los pajarillos se enfadan;
homenaje y presencia me brindas,
fidelidad no tienes y alimentos sin cesar
Río enciendes y discurres en las profundidades del mas allá
futuro y presente bailan
orquestas de angeles circundan en tu casa
palabras omitidas se escuchan en los cielos y me invitas con candidez a tu cálida cena
yo y tu gracia y lealtad me hacen llorar.