Hugo Emilio Ocanto

Jesús, y yo (Poema) Grabado

Más de una vez reconozco Jesús

que un poco te abandono,

dejando solamente a un lado

mis oraciones diarias,

las que siempre he hecho

durante toda mi vida, rezar.

Algunas veces no lo he hecho.

Al acostarme, sólo te pienso, y me persigno.

Después, duermo plácidamente,

agradeciéndote el día vivido.

Hoy, una vez más, en la iglesia,

delante de tu imagen.

Me gusta compartir misas con mis fieles hermanos de la vida.

También me agrada estar con reducida

cantidad de ellos en tu ámbito.

Estando en él, siento la sensación

de que más paz siento en todo mi ser.

Siento el placer del silencio de tu casa.

La emoción de contemplarte,

y el saber de tu sacrificio sufrido y soportado.

No puedo  dejar de contemplar

la belleza y serenidad de tus ojos.

Ellos me transmiten la paz que busco.

Estar en tu casa, mis sentimientos

se asemejan cuando estoy pensando en ti en mi propio hogar.

Pero siento una diferencia,

aunque siempre te llevo en los sentimientos de mi alma.

Es... una indescriptible paz que percibo.

También me siento protegido.

¿por qué protegido?

Si sólo siento el deseo de amar a mis semejantes,

como tú nos lo propones.

Es que... tú sabes que tu proposición

de \"amarnos los unos a los otros\"

no siempre es así.

Existen esas pequeñas o grandes guerras 

internas de ser a ser...

y siempre imploro que dejen de existir.

Cada uno de nosotros debemos poner

esa buena voluntad... que a veces no se logra...

por un motivo u otro.

Jesús, transmítenos una vez más tu luz,

cubre nuestros cuerpos con ella,

y seamos cada vez más hermanos.

Aléjanos de los miedos, y los rencores.

Jesús...en nombre de todos mis hermanos,

te pido nuestros pecados cometidos

sean eliminados y nos los perdones.

Tú sabes perdonar, nosotros,

debemos cada día que pasa, amarte más.

Te amo, Jesús, Rey eterno de la vida.

Una vez más, te pido mejor salud

para los enfermos.

Trabajo para los que no lo tienen.

Comprensión para los incomprendidos,

comida para los que se enferman

o mueren por falta de ella.

Paz y tranquilidad para los matrimonios desavenidos.

Amistad para los que no la tienen.

Abrigos para los que se mueren de frío.

Que los gobernantes de los pueblos

del mundo sean más comprensivos y solidarios.

Y...tantas cosas más tendria que pedirte, Señor...

Paz, para el mundo...

Amén.

Todos los derehos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 30/08/2013)