Tienes tus ojos salpicados de làgrimas,
muy dolida te haces notar.
Sobre tu rostro sombrio, ya no volarà,
paloma blanca, trayendo felicidad.
Hoy rota tu alma està;
mas no quiere callar...,
porque un mundo soberbio, orgulloso;
imposible de imaginar,
arde de dolor, que no quiere cesar.
Un viento furioso, cual brazo fuerte y voraz
golpea las alas rotas, de su àngel guardiàn.
Tal vez;algùn dìa, recuerden que
te quitaron tus ansias de amar.
Hoy con vidas unidas y sin piedad
esperan haraposas un poco de caridad.
Mientras el cielo, el horizonte, el mar
acompañan tu gran soledad...
Poderosos del mundo: ¡èsta es la humanidad!
su cuerpo dolido y cansado les reclamarà
porque se ha herido su dignidad.