Nada,nada que ya arribas
desde esa tu deriba
hasta un puerto caliente
engendrador de presentes
de un será quizá que espera;
sopla,sopla primaveras
que guardadas al regazo
de un corazón casi opaco
te quieren dar insolentes
lo que vive nace y vuela;
nada por el infinito
del recuerdo de la hierba
mecida por sol y viento
acostada en madre perlas;
sueña con dunas de armiño
que corriendo hacia tu frío
quieren verter su cariño
en tu boca azul abierta