El día llego, sin saberlo que esperaba, tenía sentido, la llamada de la muerte recibí y traía la noticia esa que no quería percibir,
CARACHOLAS había partido, pero mi corazón estaba quieto estaba adolorido, un nudo en la garganta se había metido, no dejaba hablar estaba aturdido.
Era mi ABUELO, que había comenzado su viaje a lo desconocido, se fue, con sus palabras, sus sueños, regañón y a la ves bufón.
LIBERTAD eso quería, para ver su amor, que en la distancia de la vida vivió, amor puro sencillo, amor de verdad, las mentiras quedan atrás, sus hijos los de verdad, dieron sus voces un grito de dolor y a la ves de felicidad,
Se fue pero el vivirá, en donde en los corazones aquellos, que lo apreciaron y amaron de verdad, reproches y reclamos aquí no van,
Hasta la vista CARACHOLAS, nos veremos en el más allá, cuando muera y la familia poco a poco se vuelva a reunir en paz,
Solo te pido que me perdones porque yo no pude estar allá, solo preguntabas por mí, pero solo una llamada existió, que DIOS TE BENDIGA DE VERDAD.
(DEDICADO A MI ABUELO QUE DESCANZA EN PAZ)
MARCOS ESTEBAN HERNANDEZ BERNAL
DE SU NIETO
JOSE DIAZ