Hay un paisaje ante mí,
que me brinda su belleza
para que disfrute así,
de nuestra Naturaleza.
Las montañas majestuosas
me ofrecen el esplendor,
al contemplar sus preciosas
alfombras, de gran color,
de tonos verdes, brillantes,
las flores con sus colores,
árboles grandes, gigantes,
que despiden sus olores
a maderas, agradables,
también los pinos vistosos,
se tornan muy saludables
con aromas caprichosos.
Así disfruto el paisaje
que se exhibe ante mis ojos,
pues he realizado un viaje
que complace mis antojos,
llenando mi alma de amor,
de paz, de tranquilidad,
porque todo ese verdor
me da gran felicidad.
Vero
20.10.10