Para ti, niña llanera, es la rosa
Que en mi jardín tomé
Para que tu belleza glamorosa
Enriquezca la fe
Que mantiene la aureola del amor
En celestiales ríos
Donde navega el versificador
Con los poemas míos
Escritos con sin par galantería
Para la niña bella
Que en los llanos suspira de alegría
Y brilla cual estrella.