Ayer será hoy, menos un día,
una nueva perdida ocasión de conocerte,
de tenerte en mis brazos y quererte,
de disfrutar de tus besos, vida mía.
Mañana será otro día, me decía,
otra ocasión para decirte amor, amor,
que tu eres la única persona a quien quería,
que contigo la vida será de otro color.
Y divagando entre tanta fantasía,
sentí tus brazos de mi cuello alrededor,
que tu voz susurrante me decía
baja ya de esa nube ingenuo soñador.
Y desperté. Y comprobé que incrustados yo tenía
los dardos de cupido en mi debil corazón,
que explotaba henchido de emoción,
daba las gracias a dios Y sonreía.