Darío Ernesto Muñoz Sosa
Tu voz, música al viento
Tu voz emigró en el alto mástil de mi bandera del tiempo…
Como las arenas blancas del líquido elemento
único e infinito.
Tu trino como gaviotas a mi encuentro…
Melodías al corazón enamorado
Poeta de tus suspiros,
mensajeros de tus sueños y amores lejanos.
Tu violín se quedo en mi sombra
de un barco en la costa de viejos sueños.
Cálida caricia me regalaste un adolescente día,
tu voz y tu guitarra
Tú interpretaste la mas bella canción,
regalo que atesoro en mi caprichosa alma.
Sonido de las olas
despedida
tarde de silencios en la memoria
Estacazos da esa canción en mi pecho,
aun la recuerdo…
Como olvidar tu poema más bello,
te amé sin comparación que imagine el cielo
Melodías de un viejo piano
a lo lejos
en mi desquiciada soledad te ofrezco,
una orquesta de mis anhelos
Cantarte a ti, bella, mi amor es lo que puedo,
mas viejas mis manos
no pueden detener el tiempo
Aunque más quisiera amarte, luchar contra el destino…
Mi corazón herido, corre a salvo a tus brazos
Madre de mis sueños, madre de mis hijos
regalados a mi firmamento.
Tu serena vos me llama
frente al Mar, a tomarnos de las manos
A soñar un azul océano y cielo juntos
En sendos horizontes eternos
Como olvidarme de aquel primer beso,
promesas que no se llevo el hastió
Como olvidar tus bellos ojos claros de rocío
Tu vos, tu pelo largo al viento,
tu juventud ,tu ángel de rostro suave,
que me proveyó esta suerte De buen tiempo,
vientos a favor para mi gran barco, fugaz recuerdo.
piel mía que se eriza al compás de este cuento,
a mis hijos tan bellos, origen tú de tan infinito sueño
Aunque den las olas contra el arrecife centenario,
aun seré ese faro
Atalaya del futuro enamorado.
Argentina año 2013
Derechos de autor.