Quedamos en encontrarnos
en nuestra eterna placita
en la que nos conocimos.
No aceptaste te fuese a buscar
por casa. Dijiste que me vendría muy bien
esperarte allí, para que de paso,
recuerde todas las charlas
de amor habíamos tenido.
Me extrañó tu pedido, pero accedí.
Estuve esperándote durante
más de una hora, y no aparecías.
Te llamé desde mi celular al tuyo,
sin obtener respuesta.
Hubiese tenido la chance
de llamarte al directo,
pero tú habías decidido retirarlo,
y lo acepté.
Entonces, opté por ir hasta casa,
caminando, porque vivimos a pocas cuadras,
y decidí salir sin coche.
Son las siete y media de la noche.
Llego a casa.
Tú no te encuentras en ella.
En ese momento pensé nos habíamos desencontrado.
Pero no, no es así.
Tú no fuiste a nuestra cita.
Encontré sobre el televisor
una nota tuya diciéndome: \"Espérame\".
Solamente una palabra...
Extraña misiva, ausencia insólita.
Fallaste a nuestro encuentro,
y no estás en nuestro hogar,
con una ausencia que no sé qué pensar...
Preparo un café.
Enciendo la televisión.
Sin darme cuenta el café resulta quemado.
Lo reemplazo por un whisky.
No era mi intención tomarlo...
pero estoy impaciente y nervioso al mismo tiempo.
Llegas, con el rostro desencajado.
__¿Ese rostro que traes es real,
o te has puesto una máscara
para tapar la vergonzosa actitud
que has tenido al no cumplir
con nuestra cita?
Escucha, está pasando un carro...
¿lo oyes?, te he hecho una pregunta...
Prometimos encontrarnos,
no apareciste,
llego a casa y me dejas una nota
diciéndome:\"Espérame\".
Te he esperado, aquí estoy.
¿a qué se debe esta comedia ridícula?
Ah... entonces soy yo el protagonista
de la ridiculez... gracias por tu concepto...
siempre tienes un pretexto para estar
haciéndome observaciones...
ahora es mi copa de whisky en mi mano...
mira lo que hago con esta copa...
mírala cómo ha quedado,
rota y con el whisky esparcido...
¿qué más tienes para criticarme?
Si nuestros hijos no están con nosotros,
no soy el culpable de sus ausencias.
Ellos decidieron tener su vida propia,
y ninguno de nosotros pudo impedirlo.
Aparte de eso están bien,
con novias, próximos al matrimonio...
no sabes lo que estás diciéndome...
no creo que sea por esto el motivo
de tu falta de palabra,
de tu inasistencia, y de tu intriga injustificada.
Dime de una vez qué es lo que te pasa,
no me pongas más mal de lo que me encuentro...
¿quieres abandonarme... por qué?
porque estás cansada de mí...
¿dónde ha quedado tu juramento
de estar conmigo en las buenas y en las malas?
Pienso que...deberías hacerte tratar...
tú no estás bien...hace tiempo que lo noto...
el sólo hecho de que tome unas copas de más,
y esté poco en casa no es justificación
para que quieras abandonarme...
¿existe otro amor en tu vida?
¿me estás diciendo la verdad?
Entonces, no me abandones...
piensa en los momentos de felicidad
que juntos hemos pasado
al lado de nuestros hijos...
nada de lo que dices es motivo para
que me abandones...
Tú, no estás bien amor...
te amo, y hasta hace muy poco tiempo
también tú me amabas...
Trata de serenarte, de soportarme
algunas cosas que no son de tu agrado,
siempre en las parejas como nosotros,
existen deferencias...
si he cometido algo desagradable a tus ojos
y pensar, perdóname...
Yo... te perdono, sí, no tienes que pedirme perdón...
sí te lo pido yo porque reconozco que he hecho
y cometido actitudes desagradables,
por tu personalidad, pero...
sólo te pido no me abandones...
te lo pido porque te amo intensamente...
por favor, no me abandones...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 01/09/2013)