Lespier

Continuidad

La historia comienza un sábado,

uno de esos un tanto nublado,

en la casa estaban todos alborotados,

porque una nueva vida había llegado.

 

A pesar del hambre y la necesidad,

la risa de un niño llena de felicidad

las ilusiones de cualquier sociedad.

 

Pero como toda ilusión y quimera,

la risa del niño también es pasajera,

esas ganas que tiene de reír y jugar,

las cambia por su cuerpo alimentar.

 

Tiene que aprender a robar y mentir,

para que su estomago algo pueda digerir,

y así poco a poco la calle se convierte

en la universidad de este pobre incipiente.

 

Va creciendo el joven lentamente,

y su nombre en corre rápidamente,

creando miedo y envidia en su rival,

de que el se convierta en dueño territorial.

 

Un sábado mientras gotas del cielo caen,

a casi dos décadas de vida del joven,

ya cuando casi no se veía siendo pobre,

sintió cuando caminaba un sabor a cobre,

luego percibió el frío del asfalto en su cara,

mientras su vida de a poco se alejaba,

y mientras el joven esa tarde se moría,

a dos cuadras de allí, un bebe nacía.

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