AMORES EN CONFLICTOS
¡Hola! Hola.
!¿Qué tal, todo bien?¡ Sí, bien, gracias. ¿Y tú?
Aquí estoy, \"surfeando la ola\". Claro... y tú... ¿sigues todavía sola?
Por ahora... Supongo que tú también. Y... Un poco aquí, un poco allá. Pero, bien.
Quería verte, conversar, si quieres, quizás. En otro momento. Estoy algo ocupado, además.
¿Sabes qué pasa? ¡Que te sigo queriendo! ¿Ahora me lo dices, que por tí me estuve muriendo?
¿Es que nunca te diste cuenta, ni lo supusiste? ¡Cómo podría hacerlo, si ni una sola pista me diste!
Tú no eres tonto... podrías haberlo adivinado. Está bien, por supuesto. Ahora soy yo el desamorado.
Yo no dije eso. ¡Tú siempre terminas discutiendo! ¡Claro! Yo soy el que discuto, pero tú, agrediendo.
Yo siempre te amé, dí todo por tí y te sigo amando. ¡Tú no decías eso cuando te fuiste marchando!
Ahora estoy aquí, y a empezar de nuevo, dispuesta. ¿Y yo soy un payaso marioneta de orquesta?
¿Por qué si yo vengo, eres tan complicado? Porque con tus desplantes ya me tienes cansado.
¿Ves lo que pasa? Te has vuelto agresivo. Pues si lo soy es porque me has dado motivo.
Bueno, entonces ¿qué quieres que haga? Mira, haz lo que quieras, yo no pedí nada.
¡Encima de agresivo, desconsiderado! Piensa lo que quieras. Yo te he olvidado.
¡Bruto! ¡No sé para qué vine! Para lo de siempre... Para ir gratis al cine.
¡Me voy y nunca me volverás a ver! Ojalá. Nunca más te voy a querer.
Chau, que te ayude Dios... Al menos, Él nunca me dirá adiós.
No quiero cruzarte jamás en la vida. Chau, desconocida.
Y asi, sin más, nos dimos vuelta y nos fuimos.
Enojados con nosotros mismos.
Porque nos amamos.
Y así discutimos.
Y peleamos.
Y unimos.
¡Vamos!
¡Hey!
Ven!
Sí!
¡!
*
Eduardo Faucheux
01-09-2013