Tu silueta se esfuma,
se desvanece en el aire,
y yo, aún creo ver tu sombra.
Me he quedado suspendida en el tiempo,
tengo la mente en blanco,
mis ojos cerrados,
mis manos abiertas,
como queriendo alcanzarte,
y mi cuerpo, sigue esperando
ese abrazo que nunca llegó...
Te has ido y todo este amor
se quedó atrapado
en ese te amo que nunca se dijo...
Quizás solo fue un sueño,
una jugarreta del destino.
Hoy mi corazón,
tan solo es un músculo cardiaco,
se siente frío,
casi paralizado, palpita... sí,
mas parece que ha dejado de sentir...
Todo el amor que fue capaz de dar,
lo he arrojado al vacío, a la nada,
a un abismo negro, oscuro, interminable...
Si tan solo te hubieras dado cuenta
del gran amor que tenía para darte... tanto amor.
Hoy ha quedado escrito
en la historia de nuestras vidas,
este amor tan grande,
como pocos han existido,
un amor que traspasó fronteras,
surcó océanos,
libró distancias y tropiezos,
un amor que soportó el vacío del tiempo,
un amor puro y sincero,
un amor que tuvo que morir... por amor.