El humo del tabaco,
me obnubila un rato,
intento abandonar,
el mal amigo insensato.
Corsario del antifaz,
desestimo tu trato,
no me gustan tus olores,
vete por siempre al carajo.
a ritmo de metrónomo,
sacan humo mis pulmones,
uno, dos, y tres y cuatro,
aquí no se para ni un rato.
Cuando me tomo un café,
detrás de los cristales,
el humo me acompaña,
consumiendo mi vida con saña.
Miré al techo y pensé:
este será el último!!!,
este será el último!!!...
Como acaba la historia???,
Mañana te lo diré...je, je, je !!!.