Yo solo escupo letras,
montones y borbotones,
como las flemas de la mañana
por humo de plantas.
Vomito frases
instantáneamente;
en una resaca
el whisky y mi bilis.
Viejo todavía no soy
fiestas, estudio, coca-cola, desveladas, mi hijo, la calle…
A mis veintitrés
mi mente y mis ojeras si lo son.
No me arrepiento.
No voy a la iglesia.
Vivo la vida.
O ¿Sobrevivo a la vida?