Una pluma se ha posado en mi mano; es una pluma viajera que contará sus aventuras mientras se llena de tinta con los colores de la naturaleza. Atrapará arcoíris y pintará estrellas en el obscuro firmamento. Se despertará con la alborada trazando sinuosas rutas como el río, que en su danza va dejando huella por donde pasa. Revisará el cancionero de las cigarras para descubrir el canto primero que traerá consigo el agua del cielo. Reposará algunas veces cuando los árboles se deshojen ante la mirada cálida del verano. En algún otro momento, se deslizará presurosa sobre el florido lienzo de campanillas antes de que las nubes interrumpan su diluvio… de cristalinos versos. Viajará en tren cruzando puentes y túneles alumbrados con la intermitencia de los seres de la luz. En barquitos de papel, acortará distancias entre la niñez y la adolescencia para dejar plasmados sus elegantes trazos. Jugará con el viento despeinando palmeras y escribiendo poesía sobre la húmeda arena. Y, cuando el horizonte bese a la luna, dormirá en el regazo del volcán con la laguna aquella.
©Mirna Lissett