María

Soledad

El sueño  se demora.

 

Retorna la tortura.

 

Mi mente no me perdona.

 

Me acorrala con interrogantes.

 

Ya no quiero responder…

 

Siento que mi Soledad debería ser libre y volátil.

 

Grácil, para poder aspirar aromas en jardines vecinos.

 

Conoce muy bien el vacío tortuoso del mío.

 

Y es una Soledad tan marchitada …