Dime tú, ¿de dónde vienes?
Dulce ser angelical,
Que la hoguera que iniciaste
Yo no la puedo apagar.
Sigues, en mi alma, presente;
Eres anhelo inmortal;
Eres llaga que no cierra,
Mal que no puedo curar.
Me dio tu dulce presencia
Amor, ternura y gran paz;
Pero ahora que te has ido
¡Cuánta, cuánta soledad!
¡Cuánto se añora tu fuerza,
Cuánto te quise en verdad!
¿Por cuánto tiempo en mi vida
Voy a intentarte olvidar?
Sigue viva la esperanza
De volverte yo a besar,
Grito tu nombre mil veces
Demonio o ángel ideal.
Poco me importa quién eres,
Estoy dispuesto a luchar,
Venga mi Edén o mi infierno…
¡Bésame amor inmortal!