Sí un día mi alma siente tu calor,
ese día me inspirará el amor,
sï a mi alma sorprende el crudo frío,
igual será si sombra o sol mi hastío.
Si de un cariño, devoto o deudor,
a cada cual doy un campo de honor,
si miro en el espejo el rostro mío,
recuerdo soy mortal y en Dios confío.
Yo sé que si me lees dudarás,
mas sé que si lo explicó tú verás,
que a todo la que llega yo recurro.
A veces mi lira, que desafinada,
a veces mi voz, que muy apagada,
no siento más que el viento y su susurro.