Astro egoísta...
que te ocultas tras la niebla
cuando el vino, hace estragos ya
en mi cabeza moribunda;
evoco tu belleza,
más allá de pentagramas y fuegos excelsos
que se alzan sobre el Éter eterno,
evoco a los 4 puntos
el beso gélido de tus labios marmóreos.
Baila, astro egoísta
en tu menguadez plateada,
que sean tus caderas las culpables
de mi suicidio;
oh, sedúceme cuando muera el alba
entre caricias ficticias, juro ser tu amante eterno.
Que en tu luz cabalguen
los eternos dedos que toquen mi rostro
y anuncien mi partida hacía tus brazos puntiagudos,
!se mía, Excelsa blancura!
fenezco por probar tu pureza invernal
y en tus cráteres plantar mi semilla.
Déjame escuchar aquella hechizada música
que en silencio tocas para mis oídos
¡qué no entiendes que desfallezco por ti?
Me gustaría vomitarte a la cara
palabras de amor; muchas cosas me gustaría,
más, están fuera de mi alcance.
¡Astro Egoísta, astro egoísta! ¿dónde estás?
Espesa es la niebla y no te puedo divisar...
manda una estrella a la palma de mi mano
y crea en ella el Big-Bang;
un Universo nuevo te espera en mis ojos,
un Cosmos más -que es mi cuello- para ser idolatrada.