El mismo camino hacia la muerte del cuerpo,
hace inmortal cada segundo del alma,
latiendo fuertemente sobre una agitada piel,
que es renovada, surge y se refresca
del dolor y sangre que trae de sed,
mi unica y verdadera alma,
limpia y descascarada, sin residuos de su antigua piel.
Solo en la sangre corriendo en los ojos
de quien empieza aflorar,
mirame con esos tus grandiosos ojos,
ves correr el agua cristalina a traves de mis pupilas,
el dolor acabo,
mutando todos mis sentidos, ya no soy mas carne.
solo hoy me siento, como el aire que atravieza las nubes,
para cruzar un instante, la mirada hacia el cielo,
que tu siempre quisiste hacerme ver...