Canta la vida, sueña, entre sus pestañas verdes,
hilvana sus dolores al gozo de la tierra.
Lejanas las canciones que el viento va arrastrando,
se posan en su piel, vestidura desgarrada.
Canta guitarra, canta, lloren también tus poros,
deseos de zalemas, huir de soledades.
Llora guitarra, llora, giman también tus fibras.
Ríos de romanceros, endechas y baladas,
labren tu corazón, florezcan de tus amores.