tomo sus maletas y metio en ellas su enorme entusiasmo,
y su juventud inquieta e inexperta,
lleva un escudo hecho con buenos recuerdos, consejos y ejemplos,
mi bendición le allana el camino,
y enemigos imaginarios serán aniquilados por mi si se pretende hacerle algún daño,
hay de aquel que siquiera le mire feo,
la furia de un padre sentirá sobre su mísera existencia,
debo aprender ahora a volar sobre el sin ser agobio siquiera presencia,
vacío quedo el nido, se fue mi niño...va en busca de la vida y de sus propias victorias.
hay de aquel que pretenda avasallarlo, encontrara en mi la condenación eterna.