Cerré mis ojos pensando en ti
Y al rojo vivo te descubrí.
¡No me asusté! lo presentía
Sé que te gusta…la buena poesía.
Sano, renovado y con bríos
Me llevaste a tu habitación
Y te acompañé una vez más
En tu erótica y rítmica pasión.
Tu cuerpo a mi lado acariciante
Tus ojos pedían ser mi amante
Sutilmente te mire…
Y pronto tu ritmo encontré.
Con deseos y sin tapujos
A tu alcance yo llegué.
A bailar ambos tú ritmo
Me invitaste…y yo acepté.
Encendido como el fuego
A mi hoguera avivaste
Y aquella rítmica pasión
era un sueño y…despertaste