Más pronto que rápido te fuiste
y no tuve tiempo ni siquiera de valorarte,
sincero y suspicaz, de buen humor y gentil,
complaciente y sutil, cándido y risueño siempre...
te me fuiste al fin
No te encuentro, como decías tu por más que te
encuentro y no te busco, ¿dónde estás querido?
¿Por qué no supe valorarte en su tiempo, tu tiempo,
nuestro tiempo?
Dime ahora, ¿dónde te encuentro?, ¿dónde te busco?
Alguna vez escribía añorando un querer...y ahora no me
queda más que escribirte mi pena de haberte perdido sin
una señal de tí, tu partida, tu retirada.
Si alguna vez nos encontramos en otra dimensión, no dejes de
saludarme, hacerme una señal de que ahí estás tú.