Todo pasó de repente,
Cuando menos lo esperaba;
Fue tan sólo en un instante
Y con sólo una mirada.
Yo la vi furtivamente,
Escondido en lontananza,
Y penetró su belleza
A lo más hondo de mi alma.
Hoy la busco por doquiera,
Sólo encuentro sombras vanas;
Vana sombra en mis ficciones
Esa imagen adorada.
Solitario por el mundo,
Se va marchitando mi alma;
Sólo brilla intensamente
La imagen de esa muchacha.
¿Por qué, Señor, les diste a ellas
Esa fuerza que no pasa?
Y a nosotros la flaqueza
De no poder olvidarlas...