¡Te puedo sentir!,
¡déjame hacer tu amor,
el fuego de tus noches,
el resguardo cuando llueve,
el estar allí cuando me necesites!
La luna se ha vuelto azul,
los sueños me oyen repetir tu nombre,
mis brazos mantienen el susurro mientras yo de pie,
de frente a las ventanas,
¡de una nube parece escaparse un carrusel!,
¡de un silencio, semeja la distancia un reloj solitario!,
¡qué difícil es callar mi cuerpo cuando desea tu cuerpo!,
¡qué amarga mi boca sin ti,
sin TÚ aquí, a mi lado!
Los azules de la luna no se detienen y
la noche me prolonga,
es franca y suave la oscuridad,
es ligera la armonía del corazón que sabe,
y azul y ... ¡pienso en ti!,
¿me besarás como el mar cual si fuere a desbordarse?,
¿será tu verdad sencilla al amarme?,
¿me esperarás arrobada cuando recién despiertos tus sueños?,
¿piensas en mí?
Nada me respondes, sin embargo,
siento que emerge de mí algo muy azul y profundo,
una memoria en mi piel,
unas llamas envueltas en un brote agitado,
¡mis manos parecen pasajeras del tiempo!,
¡mis labios una vida plena deshojándose en palabras!,
¡amor en brasas, desnúdame sin prisa!,
¡amor en brisas, encadéname a tu surco y déjame en temblor!
Es azul el amor,
todo cuanto crece es un breve instante,
como la flor que palidece,
¡como tantas cosas que tienen que pasar entre tú y yo!,
como el matiz del alba y este darte el corazón
y este amor azul,
por razones que ni yo mismo conozco,
porque pienso en ti,
porque te sueño,
porque te espero y por todo lo que tú haces, ...
me llenas de ti al final del sol de cada día.
¡Te puedo sentir!,
azul es el suspiro por lo mucho que te deseo,
por el amor que renuevo de ti
azul es mi amor, cuando te amo.
T de S
MRGC