Tal vez mientras vos estas pensando en tu vida, quizás algo triste y acongojado porque tu subconsciente gusta bromear con tu estado de animo, intentando desconectarte con todo a tu alrededor... Con el mundo, sí, con el mundo que nos rodea, con las flores silvestres en los bosques y jardines, con la comuna de hormigas que caminan sin descanso en los pasos peatonales de las grandes ciudades, de la cascada, del viento, la lluvia y el trueno. Mientras crees no existe nada más y hasta pensar de que el único sonido que queda es tu lánguida respiración, eso se convierte en un ciclo bastante corto y atormentador, tú y tu respiración solos en ese pequeño ecosistemas que has creado inconscientemente como un escudo protector ante el mundo, una burbuja inverosímil, una muralla interminable rodeada de espinos el cual evita que un pensamiento extranjero llegue a tu ventana sin avisar, pero no es así, vos estas equivocado, ese fuerte (muralla) que crees protegerte es sino tu cárcel, el Alcatraz de tu alma... Solo tú eres dueño y señor de esa llave, es hora que derrumbes todo aquello y le des luz, permitele que viaje libremente cosmos, ¿por qué no? intentar adivinar los olores de la naturaleza, en bañarse de duda de vez en cuando, allí sabrás que la verdad no es absoluta como creías en la penumbra. Olvídate de los años, de los meses, de las semanas, porque que cada día es único, son 86.400 segundos que dispones de oportunidades y solo de ti depende si son segundos de vida o de espera infinita para la muerte.