No sé si ya has nacido,
pero el alma no duerme por estarte esperando;
me da miedo el no reconocerte y me espanto
al no escucharte y luego creo que no has florecido.
No sé si ya has crecido,
ni cuanta musicalidad hay en tus palabras,
en tus acentos, cadencias o ritmos,
y me gustaría escuchar lo que no se ha ido.
Tu eres mi poema favorito,
que no sé si ya te han leído,
aquel del que hablaran después de haber partido,
y en mi recuerdo, quizá te lleve en mi aliento,
como mi favorito, versos que animan al oído
y a mi espíritu, poema que no se llevó el viento.