Sin siquiera pedirlo,
te has llevado mis egos,
mis prisas, mi calma.
Sin siquiera pensarlo,
te has metido en mis sueños,
y hasta el fondo del alma.
Dime niña que sigue,
que regalo tu quieres,
las estrellas? la luna?
la brisa de la mañana?
Dime niña porque,
como lo has conseguido,
me sacaste de la tumba,
y hoy solo quiero estar vivo.
Hoy solo quiero saber,
como le hace un mendigo,
para beber de tus labios,
el nectar de lo prohibido.