La primera ves que te vi no pensé
que podría llegar a quererte tanto.
Paso el tiempo sin prisa y con mucho nanto.
Pero un día te vi y empecé a quererte.
Te busque para quererte y así tú
me quisiste, amaste por primera vez.
Al conocerte con tanta sencillez,
te vi en un bello vestido de tisú.
Probé la dulce tentación de tus labios,
y toque la perfección de tu figura.
Al verme tu cara se fue sonrojando.
Me haces querer cada día un poco más.
Y a pesar de lo poco que te conozco,
puedo decir que te he llegado a amar.