Cada domingo, o día festivo
me llego hasta la estación
a dejar un ramo de flores
y alguna que otra oración
por cada Penélope que se quedó
a la espera de su amor
dormida en aquella banca
y ya nunca despertó
Pasan los trenes del norte
pasan los trenes del sur
pasan inviernos, veranos
pasó la guerra en Kabul
lloran viudas y huérfanos
lamentando vivir al sur
cabalgar sobre petróleo
y no tener sangre azul
Un día quedaré yo
en esa misma estación
dormido en algún rincón
esperando sea domingo
para llevar una flor
a la banca de Penélope
que durmió esperando su amor
“Siria será atacada-
grita el papelerito-
la guerra ya está montada”
no comprende el pobrecito
el tamaño de sus palabras
Queda sobre la banqueta
un bolso color marrón
sobre una carta que data
cuándo llegarás amor
mil novecientos ahora
es un siglo de dolor
Penélope sigue llorando
su amor nunca regresó
Cruza el canal de la marcha
una anciana nadando
la ruta está marcando
para quien quiera llegar
que allá dice les darán
como premio la green card
Silban trenes a los lejos
y brillan mis ojos al verlos
cuantos caminantes bajar
a sus Penélopes buscar
para no morir solos y viejos
A Siberia los secretos
se fueron a enterrar
a perseguir a Strogoff
para poder cabalgar
pues es guía de turistas
en tan cálido lugar
El pino verde secó
y con el tiempo pudrió
solo la sombra quedó
de los zapatitos de tacón
en el anden de la estación
Cantinero por favor
apague radio y televisor
quiero tomarme este ron
sin saber que ya el patrón
alistó rifle y cañón
para ir a la salvación
de otro campo de petróleo
o quizá sea de uranio
butano o que se yo
Penélope por favor
acepta tu equivocación
tu caminante llegó
mas no lo reconociste
cuando arrugado y canoso lo viste
La ambición y la pobreza
son inmunes de discriminación
blancos, negros y latinos
todos la sufren igual
y no respetan lugar
donde haya que ir a buscar
pretextos para pelear
y la banca rota ocultar